Una mujer de Georgia llamada Kendra Powell, se dirigía a su trabajo una mañana cuando observó algo inusual que le llamó mucho la atención. Vio el vehículo de un policía estatal al costado de la carretera con la cajuela abierta; sin embargo, no había ningún oficial por ningún lado.
Powell sintió la necesidad de detener su auto y verificar que todo estuviera bien. Ella no tenía ni idea de que esto se convertiría en una experiencia que jamás olvidaría.
Los agentes de policía de los Estados Unidos protegen y sirven a nuestras comunidades, pero también ha habido noticias a lo largo de los años que han provocado que algunos ciudadanos desconfíen.
Powell decidió dar la vuelta y regresarse para observar mejor, a pesar de ser consciente de la tensión racial que hay en todo el país. Lentamente condujo hasta el vehículo y bajó un poco la ventanilla. En ese momento, el policía estatal finalmente salió.
En una publicación, Powell escribió:
“Me sentí obligada, incluso con todo lo que notifican en los medios, a detenerme y asegurarme de que estaba bien. Nunca lo vi, solo el auto. Entonces, me acerqué a paso de tortuga y di la vuelta. Me estacioné hacia el auto y abrí la ventana, con las manos claramente visibles. Vi a un oficial de policía blanco venir desde el costado del automóvil”.
Ella descubrió lo que estaba haciendo…
Powell se dirigió al policía con un amistoso “buenos días” y luego le preguntó si estaba bien o si necesitaba ayuda.
A pesar de otras historias que había visto en los medios, la residente de Georgia no se encontró con otra cosas que no fuera amabilidad. Resulta que no pasaba nada malo: simplemente el policía estaba limpiando las ventanas de su vehículo.
“Él sonrió con una sonrisa muy resplandeciente y respondió, no señora, estaba limpiando las ventanas. Me mostró la botella y las toallas y le dije que tenía los materiales adecuados. Se rió entre dientes y me preguntó si no me importaba que limpiara el mío tambien.
Se convirtió en una escena que llamó la atención de otros automovilistas.
Para sorpresa (y deleite) de Powell, la policía estatal comenzó a limpiar sus ventanas justo al lado de la carretera. Ella comentó en su publicación:
“Lo más destacado de mi día… la policía estatal limpiando mis ventanas con el buen limpiador Rain X. Todos los transeúntes tenían una expresión de asombro en sus rostros. Luego, una pareja de ancianos blancos se detuvieron y preguntaron si podía limpiar también sus ventanas. Jajaja, así que también las limpió.
Si bien la situación ya había conmovido el corazón de Powell, pronto se transformó en otro momento poderoso.
“La señora se ofreció a pagarle y el oficial le dijo que no, que solo rezara por él… y así lo hizo. Mas de 46 personas en la madrugada se estacionaron al lado de la carretera para que TODOS vieran, que unimos nuestras manos y oramos. Manos blancas, negras, oficiales, jóvenes y ancianos… orando como nunca antes”.
Kendra Powell estaba tan conmovida por lo que sucedió esa mañana que decidió compartir su experiencia en internet. Por sorpresa, se volvió viral.
Desde que el sitio Love What Matters publicó su historia en su página de Facebook, se ha compartido más de 318K veces.
Según Statista, había más de 650K agentes de la ley de los Estados Unidos (a tiempo completo) en aquel momento. Ese día, Powell se encontró con uno de los muchos que iban más allá del llamado del deber y tenían un corazón de oro.
Ella concluyó en su publicación:
“Llegué tarde al trabajo jajaja pero realmente valió la pena. No podía haber pedido una mejor manera de comenzar mi día”.
“Entonces, en el camino al trabajo esta mañana, noté a un policía estatal al costado de la carretera con su baúl abierto. Me sentí obligada, incluso con todo lo que notificaban en los medios, a parar y asegurarme de que estaba bien. Nunca lo vi, sólo el auto. Así que me arrastré a paso de tortuga y giré. Me acerqué al auto y abrí la ventana, con las manos claramente visibles. Vi a un oficial de policía blanco que venía por el costado del auto. Dijo “buenos días” y le pregunté si estaba bien o necesitaba ayuda. Sonrió con una sonrisa resplandeciente y respondió, no señora, estaba limpiando las ventanas. Me mostró la botella y las toallas y le dije que tenía los materiales necesarios. Me reí y me preguntó si no le importaba que él también limpiara el mío. Le dije que no se preocupara, pero él insistió. Lo más destacado de mi día… policía estatal limpiando mis ventanas con el gran limpiador Rain X. Todos los transeúntes tenían una expresión de asombro en sus caras. Luego, una pareja de ancianos blancos se detuvo y preguntó si podía limpiar sus vidrios. Jajajajaja, y también los limpió. Querían pagarle y él dijo que no, que solo rezaran por él… y así lo hicimos 46 personas en la madrugada, nos estacionamos al lado de la carretera para que TODOS vieran, unimos nuestras manos y oramos. Manos blancas, negras, oficiales, jóvenes y ancianos… orando todos como nunca antes”.
Posteado por Love What Matters on Sunday, July 17, 2016
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